Sin relación alguna con el clásico de la Trilogía de Georges A. Romero, con este título se publicó en
Octubre de 1998 de mano de
Dark Horse el número unitario
“Día de los Muertos (Day of the Dead)”.
En su día, cuando Planeta publicó las recopilaciones de chistes mudos
“Silencios a gritos”, se estudió su edición junto a otro número unitario,
“Blair Wich?”, también de temática
terror-humorística, pero dado que continua
inédito por estos lares (al igual que otros cómics de Groo y otras cosillas de aquella época, como
“Space Circus” o el
“… Stomps Star Wars”) pensé en hacer un resumen, al igual que hice con el
“25th Anniversary” de Groo. Por lo que, si alguien quiere esperar a verlo publicado en español, que sepa que hay
SPOILERS! a mogollón…
La historia nos sitúa en un pueblecito de México, donde está a punto de celebrarse el tradicional
“Día de los Muertos”.
Sergio Aragonés es quien
nos presenta la historia personalmente. Lo vemos en la recepción del
Hotel Arambula, donde le informan que no tienen habitaciones disponibles debido a la cantidad de turistas que acuden a la celebración de esta fiesta. De hecho, le informan que
no hay vacantes hoteleras en toda la ciudad!!! Sergio nos hace de guía turístico y nos acompaña en un paseo por el pueblo, enseñándonos como se celebra con alegría el recuerdo a los difuntos, con decoraciones alegres y música. Y también nos muestra como con la llegada de la masa turística y su característico sinsentido desenfrenado se estropea la bonita estampa con la que los lugareños recuerdan a sus familiares fallecidos.
Así, después de un paseo por el pueblo para que el lector entre en situación, Sergio decide tomarse un respiro y estudiar su situación. Y es aquí donde es interrogado por unos turistas que buscan una población que no esté invadida por los otros turistas y donde poder disfrutar de esta festividad.
A cambio de una invitación, nuestro autor se dispone a recomendarles la población de ….. … pero no! No lo recomienda, ya que en ésta sucedieron unos funestos fenómenos que posteriormente pasa a narrarles.
Sucedió en San Pascual, donde unos cineastas de Hollywood, buscando una situación donde filmar un documental de la celebración que nos ocupa perturbaron el sueño de los difuntos.
La huida de aquellos a los que molestaron, finaliza de forma
trágica… aunque no es el final de la historia.
Las imágenes que rodaron inspiraron al
millonario Monty Gruber la celebración de esa fiesta,
El Día de los Muertos, en el
parque de atracciones Gruberland, del que es propietario.
Para ello envía a
ejecutivos de su compañía a
San Pascual, quienes negocian con las gentes del pueblo la posibilidad de
trasladar la celebración al parque…
… aunque
la respuesta de la humilde población de San Pascual
no es la que esperaban.
Con el orgullo tocado,
Monty Gruber declara la guerra a los aldeanos atacando de la forma que sólo el
hombre rico puede:
comprando!!! Así pues, con la intención de
comprar el cementerio de San Pascual con los cuerpos que lo habitan, sus ejecutivos buscan unos
interlocutores más “receptivos”.
Y así…
Dado que
los difuntos de los aldeanos
son trasladados, éstos también
viajan a Estados Unidos para celebrar ese día con ellos, aunque tengan que convertirse en parte de
la farsa que han creado para deleite y disfrute de
los visitantes de Gruberland.
Pero las gentes de San Pascual
saben lo que pasa en el cementerio cuando llega
la medianoche…
El dinero no sirve en esta ocasión para que
Monty Gruber se salga con la suya, por lo que
cae víctima de aquellos a los que había ofendido, insultado y alejado de sus familias, en
el día en que éstos
les presentaban sus respetos.
Ante esta
situación dantesca, y sin el magnate al mando, los ejecutivos
ordenan el regreso del cementerio a su lugar de origen.
Esta información
capta el interés de nuestros turistas, que habían viajado buscando emociones... por lo que
deciden cambiar el destino de sus vacaciones y
dirigirse a San Pascual.
Y... Ale-Hop!...
ya tenemos vacantes en el Hotel Arambula...
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